noprohibasmisderechosPor una solución innovadora y viable para el colectivo de Prostitutas Indignadas del Raval. Así se llamaba el proyecto que presentamos conjuntamente entre Calala y Prostitutas Indignadas al Ayuntamiento de Barcelona en diciembre de 2014 y que no ha sido aprobado por el consistorio barcelonés. Un proyecto que estaba en la mente de las chicas del Raval, y que ha contado con la colaboración, además de Calala, de otras organizaciones comprometidas con los derechos de las trabajadoras sexuales.

JotambesocputaLa colaboración con el colectivo Prostitutas Indignadas, surgido de la campaña del mismo nombre creada en 2012, se inició con motivo de la II Edición de nuestro Programa de Emprendedoras, que en 2014 se centró en la emprendeduría cooperativa. Este grupo se presentó a la formación para crear una cooperativa y, debido a la situación especial de persecución legal y policial que viven desde la implementación de la Ordenanza municipal del Civismo de 2006, vimos que era necesario un proceso diferente, especialmente diseñado para ellas.

Un proyecto para apoyar la autonomía de las trabajadoras sexuales

Fruto de este trabajo, surgió el proyecto que presentamos al Ayuntamiento el diciembre pasado, y que ha sido noticia en medios de comunicación como El PaísEl Periódico durante el mes de enero. El proyecto intenta atajar la situación de persecución que llevan viviendo las prostitutas del Raval desde que el Ayuntamiento comenzó su campaña para expulsarlas del barrio. El objetivo era claro, poder tener un espacio en el que ejercer en el Raval, pero que además sirva de sede social de la cooperativa que se quiere crear, que pueda dar una serie de servicios a sus socias. Esa sede sería el número 25 de la calle Robadors, un edificio que el Ayuntamiento acaba de expropiar, y en el que viven algunas de las trabajadoras del colectivo.

Bastayadeacoso_putasindignadasEl edificio contaría con un espacio de encuentro en la planta baja, tipo cafetería, que dotaría de ingresos a la cooperativa y ofrecería contratos laborales para las mujeres que no tuvieran papeles. En sus plantas superiores estarían las habitaciones para ejercer, y más arriba las salas de formación del colectivo, que ya ofrece asesoramiento a las trabajadoras sexuales en temas de salud laboral y autodefensa. Y además, se podría ofrecer alojamiento para las mujeres que necesitaran de una vivienda temporal. Este modelo de gestión, que ya se está llevando a cabo en otros países, fortalecería la independencia de la que gozan las trabajadoras sexuales del Raval, y sería todo un ejemplo de gestión del trabajo sexual, que podría ayudar a otras mujeres a salir de la situación de trata.

fotografía de Bárbara Boyero

fotografía de Bárbara Boyero

Obviamente, la propuesta no ha sido aprobada por el Ayuntamiento, cuyo objetivo principal es expulsar del barrio del Raval a las trabajadoras sexuales para acabar de cumplir su plan de dedicar exclusivamente al turismo esta zona de Barcelona. Sin embargo, tanto desde Calala como desde Prostitutas Indignadas confiamos en la viabilidad del proyecto presentado, que sabemos muy ambicioso, pero que se puede convertir en modelo a la hora de abordar el trabajo sexual en las ciudades. Confiamos que el futuro gobierno de la ciudad, que ha de salir de las elecciones de mayo, escuche las reivindicaciones de las Prostitutas Indignadas, y atienda sus más que interesantes propuestas.

Para ello, desde Calala, junto con Genera, la entidad que las apoya desde sus inicios; LabCoop, el laboratorio cooperativo que ofrecía la formación, y la cooperativa jurídica Iacta  seguiremos trabajando para apoyar y fortalecer las iniciativas de las trabajadoras sexuales del Raval.