El movimiento feminista ha logrado crear una narrativa que ha cambiado la percepción social entorno al concepto de feminismo

El 8 de marzo de 2018, el desborde de la huelga feminista convocada por todo el territorio, situaron al movimiento feminista del Estado español a la vanguardia de las movilizaciones convocadas a nivel global para el Día Internacional de la Mujer.

Presentación informe comunicación feminista Barcelona

Accede al informe completo aquí

Sobre esta transformación habla el informe “La comunicación del movimiento feminista en el Estado español” encargado por Calala Fondo de Mujeres y Open Society Foundations a la consultoría de comunicación Ideograma. Presentamos este informe en Barcelona, el pasado lunes, 18 de marzo, y próximamente también lo haremos en Madrid.

La necesidad de elaborar este informe surge tras un debate entre las tres organizaciones sobre la capacidad de influencia de los movimientos sociales en la opinión pública, y el alarmante éxito que propuestas ultraconservadoras y de extrema derecha están teniendo en el Estado español y el contexto global. Si actualmente existe un movimiento influyente, es el movimiento feminista. Debemos por tanto identificar y replicar qué es lo que estamos haciendo bien para seguir llegando a la población y conseguir frenar propuestas regresivas.

¿En qué contexto se enmarcó la convocatoria del 8-M 2018?

A nivel del Estado español, el caso de La Manada, el de Juana Rivas y el asesinato de Diana Quer fueron determinantes en la opinión pública para la movilización de las mujeres. Cánticos como: “Tranquila, hermana, aquí está tu manada”, y “no es abuso, es violación” inundaron las calles aquel 8-M, y lo seguirán haciendo hasta que exista una justicia real.

A nivel internacional, la huelga también se vio influenciada y enmarcada por una serie de movilizaciones que contribuyeron a la extensión de una conciencia feminista global: La violación en grupo de la joven india Jyoti Singh Pande, la defensa del aborto legal, seguro y gratuito de la Marea Verde argentina, la Women’s March al día siguiente de la inauguración de la presidencia de Trump…

De igual forma, procesos comunicativos como #Cuéntalo en el Estado español y el #MeToo en Hollywood, procedente del #NiUnaMenos latinoamericano, junto con otros como el #YesAllWomen, #HeForShe y #FreeTheNipple también influyeron en la difusión de esta nueva narrativa.

Un éxito extrapolable al del 15-M

En el informe, una de las tesis más reiteradas es que, a nivel comunicativo, el éxito del discurso político del movimiento feminista, así como la capacidad de convocatoria para el 8-M, es extrapolable a las movilizaciones del 15-M. Las nuevas generaciones han crecido en la desconfianza a la gestión pública del entramado político y manejan unas narrativas de defensa de derechos desde la independencia de los poderes del Estado, de ahí su gran presencia en la Huelga Feminista.

Si bien es cierto que en el 15-M el feminismo no destacó como centro de los debates, comienza a haber una movilización de las mujeres que se organizan en grupos feministas, como es el caso de la Comisión de Género del 15-M en Barcelona.

La transformación de las narrativas en torno al feminismo: feminismo pop y relatos desde los testimonios

La llegada de mujeres jóvenes a las redacciones de los medios de comunicación tradicionales y el surgimiento de los medios de comunicación millennials, fomentaron el interés en tratar temas relacionados con el género. En este sentido, destaca especialmente el nuevo relato construido entorno a los feminicidios, que pasaron de ser narrados como sucesos a tratarse como asesinatos, creando conciencia sobre la gravedad de la violencia machista. De igual forma, el movimiento #LasPeriodistasParamos durante la Huelga Feminista del 8-M, provocó una gran cobertura de la jornada.

Esto coincidió, además, con la llegada de nuevas figuras de transmisión del mensaje feminista, englobadas en lo que se ha denominado como la explosión del “feminismo pop”. La narrativa feminista sale del ámbito político y se difunde desde la cultura: el lenguaje se vuelve humorístico y sarcástico, repleto de viñetas, referencias culturales y literaturas fantásticas. Al respecto, y de forma sorprendente, Operación Triunfo 2018 encabezó los debates de opinión pública sobre  los valores feministas que surgieron en el programa y que hizo que muchas mujeres, que en otras ocasiones no se habrían identificado como feministas, se sumaran.

Pero, sin duda, el uso de las redes sociales fue un rasgo comunicativo clave para la viralización del propio discurso feminista y de la convocatoria del 8-M. Demandas claras con un mensaje fácilmente asumible por la sociedad difundido a través de la narrativa de los testimonios desde los propios cuerpos.

Un éxito desbordante, respaldado por 40 años de trabajo previo

Así lo acordaron las expertas comunicadoras y del movimiento feminista que lideraron el debate posterior a la presentación del informe en Barcelona. Elisenda Rovira, coordinadora del Observatori Mèdia.cat, Lucrecia Baquero, experta comunicadora, Dolo Pulido, del movimiento feminista de Ca la Dona, y María de la Fuente, del Institut per a l’Estudi i la Transformació de la Vida Quotidiana coincidieron en que no todo el éxito de la convocatoria fue desde la comunicación, pues la masiva movilización del 8-M no hubiera podido gestionarse sin la organización de la Comisión 8-M, fruto de los más de 40 años de trabajo que el movimiento feminista lleva a sus espaldas.

Sin embargo, ahora que los valores feministas comienzan a impregnar las narrativas, es imprescindible que las feministas analicemos internamente el discurso que promovemos, desde una interseccionalidad real y efectiva que debe todavía interiorizarse por completo por el feminismo blanco europeo. Desde el movimiento de mujeres racializadas, se cuestiona si este “paraguas” feminista verdaderamente nos abarca a todas las mujeres cis, lesbianas y trans.

La conclusión es que los feminismos han llegado para quedarse. No hablamos solo del movimiento del 8-M. Hay personas haciendo activismo feminista todos los días en nuestros espacios cotidianos. Uno de los principales campos de batalla es en nuestras casas.

Los movimientos feministas no estamos dispuestos a dar marcha atrás

 

Laura Rosillo, Oficial de Comunicación